L’emozione e l’ironia della musica / La emoción y la ironía de la música

Quartetto Schumann e la soprano Katharina Konradi portano al Palau de la Música Catalana un programma complesso, affascinante e capace di attraversare in maniera complessivamente convincente circa tre secoli di musica colta e concedere agli ascoltatori una panoramica su varie sfaccettature della modernità musicale.

El Cuarteto de cuerda Schumann y la soprano Katharina Konradi trajeron al Palau de la Música Catalana un programa complejo, fascinante y capaz de cruzar en una forma convincente alrededor de tres siglos de música culta y dar a la audiencia una panorámica de distintos aspectos de la modernidad musical.

De L’art de la fuga de Bach a la contemporánea Versuch über die Fuge del compositor alemán Jörg Widmann, a través del genio romántico de Robert Schumann en una de sus piezas más inspiradas y en la original transcripción del contemporáneo Aribert Reimann para soprano y cuarteto de cuerda de sus Sechs Lieder op. 107, el Palau de la Música Catalana regaló a su público un espléndido concierto de gran nivel y originalidad.

Autores y protagonistas de esta noche fueron la soprano Katharina Konradi, la violista Liisa Randalu, los hermanos Erik, Ken (violines) y Mark Schumann (violonchelo) y también la ejecución de obras de tres épocas distintas pero unidas por una gran personalidad ejecutiva.

En la primera parte fue (?) protagonista una selección de la extraordinaria Art de la fuga de Johann Sebastian Bach, incluida la famosa “inacabada” final, cuya interacción de cuatro voces en un mismo discurso (fue este el único criterio compositivo “impuesto” por el autor, que en cambio no dijo indicaciones sobre la elección del instrumento) es famoso por su complejidad ejecutiva.

Si, tratando con lo que probablemente sigue siendo la composición más difícil de interpretar, los Schumman lograron con éxito las cuatro líneas melódicas de manera distinguible la una de la otra y a reunirlas en una textura homogénea, pero la complejidad de esta obra maestra no les eximiò de pequeñas manchas.

Además, a los cuatro arcos hay que reconocer la “valentía” de haber terminado el famoso Contrapunctus XIV, deteniéndose donde Bach se había detenido, rompiendo d’emblée el flujo de la música, para luego continuar con la interpretación de la soprano Katharina Konradi del difícil Vor deinen Thron tret ich hiermit – coral escrito por un Bach ya ciego y en su lecho de muerte.

Interesante y llena de ironía la “restitución” de Versuch über die Fuge, per a quartet de corda i soprano, núm. 5, una forma de Fuga que elogia precisamente la inacabada de Bach con una partitura densa de fragmentos temáticos, interrupciones repentinas por golpes de “arco al viento”.

Espléndida la interpretación del momento romántico del programa, con la sugestiva selección de música de cámara compuesta por Robert Schumann entre la producción pianística de los años 30 del siglo XIX y la sinfónica de los años 40. También en estas obras, la expresión melancólica y angustiosa del sujeto romántico se convirtió en protagonista y, encontrando adecuadas soluciones rítmicas y armónicas en su ejecución, el Cuarteto encarnó totalmente la relación tensa con el mundo y con la sociedad, la atracción poética y titánica por la naturaleza.

En comparación con los Lieder de 1840, año en que las atmósferas de las composiciones correspondieron a la felicidad por el matrimonio con Clara Wieck, en los Sechs Lieder op. 107 de 1852 el tono de Schumann fue muy diferente: convirtiendo el amor en un sentimiento más articulado, su lenguaje romántico se hizo más conmovedor y la ejecución de Katharina Konradi y del Schumann Quartet bien expresó su espíritu atormentado y conflictivo. Los arcos dialogaron continuamente, se confrontaron con la voz y su confrontación se convirtió en perfecta expresión simbólica del tormento del sujeto moderno.

La ejecución es suntuosa, la pasión y el entendimiento del Cuarteto pareció evidente, también en la relación con la excelente Konradi. Su pasión no sacrificó de ninguna manera la precisión de la ejecución, en particular en la del “espíritu” de Schumann, haciendo llegar su concentración a resultados finales de compostura y de organicidad.

Palau de la Música Catalana
C/ Palau de la Música, 4-6 Barcelona
Palau Cambra
dimarts, 1 de juny de 2021 – 20 h

Katharina Konradi & Schumann Quartet
J. S. BACH: L’art de la fuga, BWV 1080, selecció per a quartet de corda
J. WIDMANN: Versuch über die Fuge, per a quartet de corda i soprano, núm. 5
R. SCHUMANN: Quartet de corda en La major, op. 41 núm. 3
A. REIMANN-R. SCHUMANN: Sis cançons, op. 107 (transcripció per a soprano i quartet de corda)

Katharina Konradi, soprano
Schumann Quartet
Liisa Randalu, viola
Erik Schumann, violí
Ken Schumann, violí
Mark Schumann, violoncel