Cuerpo y dolor: un reflejo de lo humano

Subiendo una escalera decorada de lágrimas rojas en el barrio de Gràcia, se entra a las salas del Teatre Lliure de Barcelona, uno de los centros escénicos más importantes del territorio catalán, que dio por comenzada su temporada 2022/2023 con una obra que explota sobre el público con plumas y confusión: Fàtima, escrita y dirigida por Jordi Prat i Coll.

Este espectáculo, coproducido con el Festival de Barcelona Grec 2022 y que llegó a su término el fin de semana recién pasado, juega con lo terrenal y lo onírico, el cuerpo y la mente, la construcción del yo y del otro. «¿Qué hay dentro de nuestro cerebro? ¿Qué misterios esconde que no somos capaces de penetrar?» reza en el programa. Se va acompañando a la protagonista, interpretada de manera fascinante por Queralt Casasayas, en un vagabundeo por las calles de El Raval, que la llevan por un hoyo de drogadicción y sexo, encontrándose con personajes como sacados de un cuento y otros quizás “demasiado” reales.

Fàtima es infinita, todo se mueve en una ambigüedad compleja de encasillar, siendo la escenografía un claro ejemplo de ello. Se crea una realidad oscura, una eterna escalera que lleva al personaje principal por un camino sin inicio ni fin, en el que pareciera que el público va hundiéndose con ella en una angustia dantesca del infierno.
Lo explícito: semen, coño, droga, el barrio. Lo implícito: la herida, los mecanismos mentales, si es que existe alguna salida a todas estas preguntas. Es este placer que nunca se acaba, este dolor que nunca se acaba. La humanidad totalmente abierta –sucia, confusa, vanidosa– que choca con la violencia y la fragilidad.

La obra trata de dar con una densidad que se vuelve palpable a través de la corporalidad: lengua y boca azul de niña inocente que chupa vulgarmente un caramelo; el brazo inyectado de droga y de sufrimiento; cuerpo en la animalidad del desnudo, del grito de desesperación, del gato, la gaviota o el ratón; en de la carnalidad y la violencia sexual.
«Sigues feliç, sigues feliç. Fes cas al cor, fes cas al cor» canta con tristeza la compañera de piso, uno de los personajes ya al final de la pieza. Sin embargo, ¿cómo hacerle caso al corazón cuando está así de perdido? ¿Dónde está la mente cuando está obnubilada por las drogas y la poca empatía? En Fàtima, el cuerpo es mucho más que el cuerpo, y el vacío de respuestas deja al público con la sensación de querer saber más, pero al mismo tiempo, con miedo a seguir escarbando, porque la obra termina siendo un reflejo de ese dolor del que constantemente rehuimos, y que está ahí, en pleno espacio público. Es, al fin y al cabo, la misma humanidad lo que se encuentra.

El espectáculo se ha representado
Teatre Lliure
carrer del Montseny 47 – Barcelona
desde el 29 septiembre hasta el 23 de octubre 2022
miércoles, jueves y viernes a las 20.00
sabado a las 17.00 y a las 20.30
domingo a las 18.00

Fátima
de Jordi Prat i coll
texto y dirección Jordi Prat i Coll
con Mercè Aránega, Albert Ausellé, Queralt Casasayas, Tilda Espluga, Jordi Figueras, Daniela Fumadó y Sergi Torrecilla
escenografía Marc Salicrú
vestuario Albert Pascual
caracterización Anna Rosillo
iluminación Raimon Rius
espacio sonoro Lucas Ariel Vallejos
ayudante de dirección Ester Villamor
ayudante de escenografía Paula González
ayudante de vestuario Carlota Ricart
alumno en prácticas de iluminación del ITT Quim Algora
construcción de escenografía Jorba-Miró Taller d’escenografia
construcción de cabeza de rata Martí Doy
confección de vestuario Goretti Puente
una co-producción 2022 Grec Festival de Barcelonay Teatre Lliure