Malicho llega tranquilamente al escenario, se sienta y enciende el computador. Allí se esconden todo tipo de archivos, transformados en una puerta a la sensibilidad y la memoria frágil. Reminiscencia presenta un relato íntimo, una búsqueda paulatina, una conferencia performática, un quiebre emocional sobre lo humano a través de una pantalla.

Reminiscencia, una obra creada y protagonizada por Mauro “Malicho” Vaca, director y actor chileno, es una puesta en escena que surge en sus inicios como un ejercicio con imágenes, videos, y las plataformas de Zoom y Google Earth, en plena cuarentena del coronavirus en el año 2020, probando con las posibilidades de las herramientas digitales y, más aún, desde la pregunta de cómo conmover a un espectador que está lejos. En la entrevista realizada a Vaca, él mismo lo indica: “A mí me interesaba saber si era posible, a través de la cámara, convertir esta luz de la pantalla en un fuego: nos sentamos en torno a él a contarnos una historia. Y si eso era suficiente, en estos tiempos en los que parecía que la muerte nos respiraba a todos en la nuca”.

Ahora, tres años después, la obra ha dado un impactante salto: de ser producida entre las cuatro paredes de su habitación, ha pasado por diversos festivales internacionales de gran importancia. Y va por más: hace unas semanas participó en el Festival d’Avingon y en el Festival Grec de Barcelona, y continuará su gira por Mallorca, Groningen y La Rioja, configurando en cada rincón una atmósfera de emotividad única.

El formato, sencillo. La narración, honesta. Con proyecciones sobre mapas, videos sobre su barrio y sus abuelos, Vaca, director y dramaturgo de la compañía Le Insolente Teatre, viene a poner sobre la mesa que la parafernalia no es un elemento imprescindible del teatro, que este arte, como él expone, “también puede ser ínfimamente mínimo y pequeño”. Reminiscencia se desenvuelve, así, como una crítica a las grandes producciones y excesivos gastos, haciendo palpable la precariedad y la construcción de la identidad humana a través de ella.

Aunque pareciera ser una obra sobre su propia historia, su creador plantea que no le pertenece. En un viaje al pasado de sus recuerdos, el público viaja a Chile, a Santiago, al centro de la ciudad. Vuela cual pájaro entre plazas y hospitales a medio destruir, espacios transformados en otra cosa, llegando a su propia reminiscencia escondida. Es una obra que remueve a quien sea que se permita ser afectado, sea online o presencial, sea chileno o de otra nacionalidad. ¿La razón? Lo que realiza Malicho Vaca es colocar un espejo ante quien quiera observarse, sin importar desde dónde.

Con poco se puede decir mucho. A fin de cuentas, no son necesarias muchas palabras para escudriñar en la memoria, ni para entender el vacío que deja el olvido. Reminiscencia es una pausa para escucharse en un espacio y en un tiempo, que cambia, que se mueve. Una obra, como describe en la entrevista, procesual, en un constante hacer, porque la vida y, por tanto, los recuerdos, siguen creándose o, tal vez, esfumándose, flotando, transformándose.

El espectáculo se ha representado en la programación de Festival Grec
Teatro Lliure Montjuïc
Plaça de Margarida Xirgu 1 – Barcelona
10 y 11 de julio, 21h

Reminiscencia
compañía Le Insolente Teatre
creación e interpretación Malicho Vaca Valenzuela
dramaturgia Malicho Vaca Valenzuela
dirección Malicho Vaca Valenzuela
interpretación Malicho Vaca Valenzuela, Rosa Alfaro, Lindor Valenzuela
ayudantía de dirección Ébana Garín Coronel
representación internacional y producción Ébana Garín Coronel